Gritería Chiquita a Virgen de la Asunción, Matrona de Masaya celebrada en grande
Servidores públicos de Masaya compartiron con las familias
Festividad mariana tiene orígenes en León
*En León las instituciones públicas erigieron altares
*Monseñor Vivas elevó el tradicional grito
La alcaldía pintó cunetas en los barrios
*La Asunción gobierna también en Granada, Juigalpa y Ocotal
Una fiesta abierta a todos, así fue la celebración de la Matrona de Masaya en su advocación de Virgen de la Asunción o María asunta al cielo; los parques Central, San Jerónimo y la Placita de Monimbó acogieron a miles de peregrinos de todas las edades que desfilaron gritando al unísono ¿Quién causa tanta alegría?, ¡La Asunción de María! Respondían.
Conmemoraban la Gritería Chiquita previo al día de la Asunción el 15 de agosto, tradición que tiene sus orígenes en León y que se ha extendido al resto del territorio.
Cantaron a la Reina del Cielo y también elevaron ruegos por la paz, por el trabajo y bienestar de todas las familias nicaragüenses, por la armonía y la seguridad que prevaleció durante once años.
Así lo resumieron varias personas que visitaron los altares que arreglaron los servidores públicos de las diversas instituciones públicas de Masaya. Con sus aportes monetarios prepararon la “gorra purísimera“ para brindar con la población.
En medio de esas voces alegres y festivas que cantaban en la Placita de Monimbó estaba Anielka Muñoz con un niño en brazos y otros dos menores a su alrededor, “pido por la salud de mis hijos, por la chiquita que esta con neumonía, pero también le ruego a la virgencita que nos mantenga la paz que Daniel nos ha regresado”, indicó.
“Jubilosa y libre”, así dijo sentirse Juana Herrera de oficio tortillera quién solicitaba a la Virgen bendiciones para la familia y que jamás vuelvan los terribles días que pasaron los masayas “secuestrados y amenazados, lo que pasamos fue muy duro y triste, “expresó.“Que nos ayude y nos libre de las cosas malas” subrayó.
Manuel Antonio Rodríguez agregó que clama a la Virgen “porque siga la paz en Masaya, que detenga la violencia” y Jorge Blandón añadió “que traiga a Nicaragua la bonanza del comienzo o sea la que teníamos antes de que esa “gente” nos acorralara con las barricadas”, expuso.
Brindis en El Tiangue de Monimbó
A lo largo de la tarde en que la población caminaba en paz y tranquilidad por los altares de los lugares públicos, también se acercaban a los hogares donde se honraba a María con monumentos sencillos y con el compartir del brindis tradicional.
Parte de la gorra en el altar del Tiangue de Monimbó
Un sol agostino acompañó la celebración mariana en la que también se manifestó por las calles de Monimbó, la tradicional procesión de la Virgen en reposo, dormida, previa a su subida al cielo. La imagen y acompañantes enrumbaron a la Iglesia Magdalena donde se celebró la Santa Misa.
En medio del festejo mariano, una llovizna –de 20 minutos – se dejó sentir en la ciudad sin menguar la romería de una muchedumbre alegre y vivaz.
León también se desbordó, y es allí en esa ciudad donde la Gritería Chiquita tiene su origen y que radica en una promesa que el Obispo Isidro Oviedo y Reyes le hizo a la virgen
Corría el año 1947 cuando el volcán Cerro negro, el más joven de la cadena volcánica, pero el más bravo hizo una serie de erupciones, vomitó fuego y cenizas durante 20 días.
El Obispo de la Diócesis de León, pidió clemencia y prometió que todos los años se celebraría una gritería de penitencia. Hermoso milagro, el coloso cesó su furia y la calma volvió a León.
Desde entonces, hace 71 años, la Gritería Chiquita se festeja en vísperas del 15 de Agosto, día en que la iglesia católica universal celebra el dogma de que María subió al cielo en cuerpo y alma.
En el cielo está con su hijo, Jesús. Éste se elevó también en cuerpo y alma a la Gloria Celestial en el misterio que se conoce como la ascensión, que difiere de la asunción.
Las explicaciones teológicas indican que Jesús, al final de su vida terrena sube al cielo con su propio poder (Ascensión) en cambio la Virgen es llevada por Dios (Asunción).
Su Santidad Pío XII, declaró el Dogma de la Asunción el 1° de noviembre de 1950. Expuso, “la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrena fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”.
Compañera trabajadora del parque central con su brindes en su caja de lustrar zapatos