Juigalpinos echándole ganas para reactivar la economía local

Tatiana Rothschuh

En cada propietario de negocio, inmerso en la entrada de Juigalpa, donde los golpistas se mantuvieron armados en unos 20 tranques, hay una historia que contar. Unos vivieron el terrorismo, el acoso, la extorsión, el chantaje y hasta amenazas de muerte; muchos cerraron sus establecimientos,  otros huyeron, pero todos sufrieron pérdidas y estuvieron de rehén durante tres meses.

UNO ASUNCION
La UNO Asunción fue la más asediada por los tranquistas golpistas, se mantuvo cerrada por más de dos meses, Foto J.L.Miranda)

La mayor parte de los comerciantes y empresarios en la populosa entrada de la cabecera departamental, ha abierto sus puertas, algunos se reacomodan para abrir y según ellos, enfrentarán un proceso de recuperación difícil, pues las condiciones económicas son desfavorables a nivel local y nacional.

Esa hilera de negocios sobre la carretera se ubica en el barrio Pueblo Nuevo, Países Bajos, Santa Clara y Pedro Joaquín Chamorro, donde el asedio y el terrorismo campeaba las 24 horas del día. Los vandálicos se ensañaron en los proyectos en construcción: la gasolinera Petronic y Supermercado La Colonia, donde saquearon y destruyeron lo que encontraron a su paso.

Abastecimiento a ferreteria
Los propietarios de negocios en la zona de los tranques empiezan a reactivarse. ( Foto J.L.Miranda )

Parte de los negocios que  han abierto son: UNO Asunción, Cofee Breack, Comedor Caracoles Negros, ESCASAN, Restautante y discoteca Mi Choza, Comedor el Boaqueño, Remasa, Variedades Torres, talleres automotrices, reposterías, sodas, Bar Tacho, pulperías, entre otros.

Se mantienen cerrados Subasta La Chontaleña, Campestre Las Peñitas, Wawa, Comedor el Torito, Variedades Contreras, Veterinaria Agrovecsa.

Anastasio García Montiel, propietario del Bar Tacho, negocio apetecido por las sopas, y ubicado a unos 100 metros de los tranques, sufrió las mayores embestidas de los golpistas tranqueros. “A mi me cayeron dos veces, en la primera me desbarataron el lugar, en la segunda vinieron solo a robar, se les llevaron 14 teléfonos celulares a los clientes y las carteras con el dinero, a mi me pusieron una pistola nueve milímetros en la frente”, relató García.

“Tacho”, calcula sus pérdidas en más de 150 mil córdobas, “fue una situación desesperante, esos no eran tranques pacíficos, era una manada de delincuentes”, apuntó.

Según este empresario, “apenas tengo ocho días de estar trabajando, arañando como los gatos, espero levantarme aunque la  situación es crítica”. Por esa razón pide a la Administración de Renta y Alcaldía comprensión y facilidades.

Por su parte, Walter Valverde, propietario del Restaurante Discoteca Mi Choza, refirió que su negocio estuvo bajo amenaza de ser ocupado por los tranquistas y para mantenerse en el local, y obtener algún ingreso se las ingenió poniendo en las afueras una estufa y vendió carne azada a los transportistas que esperaban les permitieran el paso. “Al menos hacía unos mil córdobas diarios”.

Valverde manifestó: “yo estoy agradecido con el Gobierno, y con las personas que estuvieron luchando hasta levantar los tranques, ahora ya estamos trabajando por la Paz y la estabilidad”.