Un viaje espiritual a la Gruta de Belén

 

“HIC DE VIRGINE MARIA JESUS CHRISTUS NATUS EST”

AQUÍ LA VIRGEN MARÍA DIO A LUZ A JESUCRISTO

Estrella de 14 puntas, símbolo del linaje o estirpe de  Cristo Salvador

Inspiración y diseño colectivo de INIFOM

El Nacimiento de INIFOM, recrea elementos actuales del  lugar donde nació El Salvador del Mundo, en Belén, Palestina, a 10 kilómetros de Jerusalén. En ese Sitio Santo, fue construido el más antiguo templo de la cristiandad, La Basílica de La Natividad.

Detrás del altar  está La Gruta de la Natividad elemento más importante del templo y allí es a donde lleva este viaje espiritual en la representación plástica de INIFOM.

En la Gruta de Belén, hay una pequeña capilla en cuyo piso está una estrella de plata de catorce puntas que fue colocada por religiosos franciscanos en 1,717.

Una inscripción en latín cincelada sobre la estrella reza: ”HIC DE VIRGINE MARIA JESUS CHRISTUS NATUS EST” que traducida al español dice: “AQUÍ LA VIRGEN MARÍA DIO A LUZ A JESUCRISTO”.

Es el lugar exacto donde se originó el suceso más extraordinario de la humanidad, donde nació Jesús, donde El Verbo Se Hizo Carne. Sobre esa estrella está el Niño Dios de INIFOM.

El linaje de Cristo

Las 14 puntas de la estrella representan la estirpe que precedió  a Cristo en tres etapas a las que alude el Apóstol Mateo en su primer capítulo, (1, 1,17.  Significa el linaje de Jesús partiendo de Abraham.

 Las generaciones desde Abraham hasta el Rey David son catorce; de David hasta la deportación a Babilonia son catorce; y desde el destierro babilónico a Cristo también son catorce generaciones.

Sobre la estrella que descansa sobre un piso que simula mármol – material original de la gruta – cuelgan lámparas que también simulan los quince candeleros que  están en el Sagrado Sitio, los cuales están encendidas día y noche.

La estrella donde INIFOM acostó al Niño Dios,  al igual que las ocho lámparas y ángeles de latón que decoran el Nacimiento fueron elaboradas por don Armando Fuentes y sus jóvenes hijos en el pequeño taller de hojalatería en el municipio de Nandasmo.

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Junto a Niño están: la Virgen María y San José, uno a cada lado; en los extremos dan calor al recién nacido, los nobles y dóciles animales, el buey y la burra.

Los Reyes Magos

En la parte exterior, se aproximan con regalos  los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar de origen europeo, asiático y africano respectivamente quienes encarnan al pueblo, las civilizaciones, las culturas y las religiones que están en el camino hacia Dios. Llevan: oro, incienso y mirra símbolo de la grandeza, divinidad y humanidad de Jesús.

El escenario familiar está dentro de una antigua capilla tallada en piedra; tiene como respaldo el paisaje nicaragüense de Lagos y Volcanes en un cielo iluminado por estrellas y la luna.

Más allá del frontis, decorado con esferas de colores navideñas suspendida en el vacío infinito, está el lucero que orientó a los Reyes Magos hasta el lugar exacto en el que nació El Mesías.

CRISTO ES EL ALFARERO

En el entorno exterior se observan ánforas, cántaros y jarros  de época, así como fuentes de agua elaboradas por  Teresa Pérez Potosme en San Juan de Oriente, una alfarera que da la forma a los objetos a pura mano.

Estas ollas al igual que una pared de ladrillo de barro, además de decorativos recuerdan la semejanza que establece el Profeta Isaías 64:8 “Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano.”

Cuando estamos abiertos a la voluntad de Dios en nuestras vidas, Él nos moldea, transforma, y santifica si andamos con Él.

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El altar también está tapizado de musgos y pastes de las frías  montañas del norte, hay abundantes pacas de paja, otro elemento presente en el nacimiento de Cristo, según Las Sagradas Escrituras. El Evangelista Lucas recuerda que “Jesús nace en medio de animales y lo acuestan en un pesebre entre las pajas”.

En ese ambiente bucólico se observan plantas parásitas silvestres que adornan tres ciprés con esferas de bejucos,  que cuelgan de las ramas, igual que ángeles de latón. Se añaden a la decoración, vistosos canastos repletos de bellotas de pinos y bromelias, estas, asidas como una inmensa guirnalda con listones y lazos de seda en la baranda que protege la representación del gran suceso que redimió a la humanidad